
En este libro Jesús Galindo nos muestra su percepción del momento en el que él considera se inicia una nueva cultura, es decir, un nuevo entramado para dar significación a las relaciones y manifestaciones que se hacen en la sociedad. Galindo le llama a esta emergencia ‘cibercultura’ y el primer indicio de ella surgió con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (en adelante EZLN), el cual, aun siendo un grupo subversivo es el primero que empieza a hacer uso del Internet para transmitir sus comunicados a sus seguidores, sin querer se genera una ‘comunidad’ con la característica de que su información entra en la categoría de democrática, ya que una vez que ésta encuentra su refugio en la Internet, cualquier persona puede acceder a ella, es decir, se rompe con la comunicación vertical.

Otro hecho que fue un hito en este nuevo paradigma fue la reunión que miles de jóvenes hicieron en la ciudad de México para manifestar su apoyo al EZLN y que fue posible gracias a, precisamente un comunicado por la Internet. Entonces, se empieza a ver que este nuevo recurso es empleado para congregar a un gran número de personas que jamás en su vida se habían visto pero todos persiguiendo una causa común.
También con este nuevo sistema se dio una nueva clasificación a lo que es la ciudad y el espacio, ahora se habla de la ‘ciberciudad’ y del ‘ciberespacio’, la pregunta que sigue entonces es ¿Por qué?, pues porque al vivir inmersos en una cibercultura se habla también de la posibilidad de nuevos mundos, de ‘otros mundos’, porque la sociedad se percibe diferente gracias a que la distancia y el espacio prácticamente ya nos una barrera en nuestro entorno, es decir, se puede estar en Colima, pero a la vez podemos estar en Nueva Zelanda a través de la virtualidad que ofrece el ordenador.
Hablar de las redes es otro concepto que va a la par de la comunidad virtual, con las redes tenemos la posibilidad de entablar relacione con personas que se encuentran al otro lado del mundo y platicar con ellas, generando con esto un nuevo sistema de relaciones, una nueva percepción de nosotros mismos y de nuestros intereses. Sin embargo, aquí ocurre una clasificación: existen las redes abiertas a las cuales cualquier persona puede pertenecer y, por el otro lado, las redes cerradas que son selectivas y sólo quienes las integran reciben la información.
Galindo Cáceres, J. (2006). Cibercultura. Un mundo emergente y una nueva mirad. México: CONACULTA/ Instituto Mexiquense de cultura.